El Comitê del epígrafe, tiene entre sus fines, el de velar por el diagnóstico precoz del cáncer laríngeo.

Ud. sabe muy bien; las estadísticas lo demuestran em forma palpable, que cuanto mayor es la precocidad diagnóstica, mayores son las probabilidades de euración absoluta, con que cuenta el enfermo.

Los estudios hechos hasta la fecha por este Comité, en lo que a profilaxis se refiere, coinciden en afirmar que, el punto vulnerable de la tardanza en que incurre el enfermo, reside en general en el clínico que lo ve en primeva instancia. Una constumbre habitual en nuestro medio (por demás plausible) es la de recurrir primero al médico de cabecera, por cualquier afección. Muchos clínicos sin embargo, no están habituados a examinar la laringe, interpretando la afección (muy a menudo disfonía) como excesso de tabaco, de conversación, laringitis banales, etc. La afección no mejora y muy a menudo comienzan los tratamientos de prueba.

El tiempo transcurre y la lesión laríngea, no visualizada aún va avanzando con presteza. Más de una vez el paciente cambia de médico, o concurre a quien se dedica a esas disciplinas. Pero se ha perdido un tiempo precioso.

De nuestras encuestas surge que, gran número de clínicos no poseen espejillo laringoscópico para los fines arriba mencionados. Creemos que esto, el esamen laringoscópico, debiera ser una tarea corriente, una rutina de diagnóstico, cuya técnica puede ser aprendida en contadas sesiones.

Descubierta ya una lesión, por errado que sea el diagnóstico, quedaría abierta en el espíritu dei clínico la siguiente Duda será cáncer?

Lo demás es tarea fácil. Si el medio en que se desenvuelve no le permite tratar con facilidade al paciente, no han de faltar centros especializados donde su enfermo gozará de todos los benefícios.

¿Afonias que se prolongan en un adulto quizá gran fumador? "Puede ser un cáncer".

Colabore en nuestras campana, para bien de todos, estimado colega.