ISSN 1806-9312  
Sábado, 23 de Novembro de 2024
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1869 - Vol. 8 / Edição 6 / Período: Novembro - Dezembro de 1940
Seção: Trabalhos Originais Páginas: 562 a 574
EL EPULIS - parte 2
Autor(es):
DR. JUAN CARLOS OREGGIA (*)

EL PRONOSTICO

La mayoría de los tumores estudiados por nosotros fueron pequeños, localizados sobre la cara externa de los maxilares, facilmente extirpados y sin recidivas. Pero algunas veces hemos encontrado algunos caracteres que por destintos motivos nos parecieron un poco más serios, especialmente para indicar su tratamiento y para evitar su recidiva.

En general los Epulis de la cara interna de los maxilares tienen más dificultades para su extirpación, tienen más tendencia a aplanarse y dilatarse hacia el paladar óseo y hacia el piso de boca. De aquí el consejo de ser precoces y algo más amplios en la extirpación.

También nos parece que es necesario tener el mismo concepto de más seriedad, para los Epulis que evolucionan en regiones molares, y especialmente en las regiones de los molares superiores.

Otro factor no de gravedad pero si de amplitud, es la evolución en regiones desdentadas. Pareceria que el block alveolo dentario es una barrera para el camino del tumor, que en su ausencia él se desarrolla mucho más, y más rapidamente. También creemos que el pronóstico dependerá de las alteraciones óseas que puedan existir al nivel del Epulis, aunque nó dependiendo de él, pero si, de factores de reabsorciones o inflamaciones óseas de orden distrófico, metabolico, etc. o bien por motivos de defectos dentarios.

DIAGNOSTICO

No queriendo prolongar demasiado este trabajo, en este capítulo solamente vamos a tocar el punto de diagnóstico procesos malignos. Especialmente queremos subrayar: 1.° Que un tumor de la encía con células gigantes puede esconder un tumor maligno profundo del maxilar, como por ejemplo un fuso sarcoma, un sarcoma globocelular etc. y 2.° Que un tumor de encía puede ser el principio de un epitelioma maligno de los que luego se llaman epiteliomas de los maxilares. También queremos dar por sentado que jamás un Epulis se transforma en maligno, y que cuando aparece esa interpretación sido un Epulis sintomático de un tumor maligno.

El Epulis jamás destruye huesos, y si en algunas ocasiones altera la arquitectura ósea a su nivel, con el aspecto tan típico de lo que llamamos "alveolización" del tejido alveolar correspodiente, no puede jamás prestar a error esta típica figura con las destrucciones por invasión neoplásicas o por invasión osteítica de otra naturaleza, ni tampoco puede planterase el diagnóstico, con las rarefacciones seniles ni con las rarefacciones de los desdentados.

No nos corresponde, ni tenemos en este momento motivo para intentar el diagnóstico histológico de estos tumores, que dejamos a nuestros distinguidos histológos para plantear esa labor.

TRATAMIENTO

Este capítulo también se presta a confusiones porque los distintos autores no especifican ni los factores que tienen en cuenta, ni los períodos de evolución en que tratan al tumor, y amenudo tampoco sobre el factor histológico de ellos. Lenormand que cree al Epulis nacido del periostio de la encía, aconseja su extirpación con el reborde correspondiente.

Hayes que es conservador para los Epulis del embarazo, al hablar de los sarcomas benignos a células gigantes, como Epulis de origen perióstico, aconseja también la extirpación eletro-quirúrgica, incluyendo el perióstico. Hertzler que reconoce hacer curado algún Epulis con solo la extirpación del diente que trajo adherido el tumor, reconoce que en general la extirpación del diente es inútil, pero recordando la implantación perióstica peridental recomienda que para estar en absoluta seguridad de evitar las recidivas, él, aconseja la extirpación en un sólo block, del diente, del tumor y del reborde.

Houpert y Fríez creen que salvo pequeñas hiperplasias inflamatorias curables con higiene, los Epulis deben ser operados en forma modesta, conservando los órganos vecinos, siendo suficiente la extirpación de la porción "limitante periférica".

Normand valoriza mucho la crasis sanguínea. Anemias, hemofilias, hemogenias, embarazo, sindrome hemocrásico-hepático de Weill deben ser tratadas rapidamente e intensamente. Es modesto en la extirpación de la lesión con bisturi elétrico. No aconseja la electro-coagulación 1.° para poder hacer un exámen histológico sin influencias eléctricas, y 2.° especialmente, para no correr riesgos de necrosis ni de mortificaciones de los dientes vecinos. La extirpación moderada del tumor y el tratamiento general son terminados por toques cáusticos, especialmente el ácido tricloro acético, en las regiones locales. Pueden existir, pero son excepcionales, los casos en que se necesita mutilar el hueso y la línea dentaria, por una histología peligrosa o por una recidiva inconveniente.

Dechaume, que también acepta a estos tumores como hiperplasias inflamatorias, con factores de orden general importantes, no consiente en sacrificios dentarios si los dientes són sólidos con buenas coronas. Tampoco sacrifica hueso si está sano y tiene la misma conducta para todos los Epulis cualquiera sea su anatomía patología. La indicación más poderosa de él es el curetaje de la implantación tumoral o sea, todas las regiones dudosas de la encía y del ligamento alveolo dentario. Gery y Noeppel deben ser también de criterio conservador. La descripción de su interesante trabajo valoriza especialmente las partes blandas de la encía. y motivos de discrasias sanguíneas, de anomalías del metabolismo, y de alteraciones endocrínicas; su insistencia en el origen extraperióstico de estos tumores, y aún más la creencia de que el periostio sería un agente de defensa para la invasión ósea, periostio sin ningúna condición de osteogénesis, (según ellos) hacen suponer nitidamente que sus indicaciones terapeúticas serán siempre superficiales manteniendo ese agente de defensa perióstica.

Geschickter y Copeland son también conservadores, pero reconocen que siendo demasiado modestos en las indicaciones, la recidiva de los Epulis giganto-celulares seria bastante frecuente. En lo que son absolutos es en la innesesaria extirpación de los dientes. Mencionan éxitos con las "irradiaciones".

Al mencionar las irradiaciones, vamos a mencionar algunas de las opiniones importantes que hemos tenido oportunidad de leer. En este tema especialmente nos referiremos al tipo de tumor a células gigantes, y especialmente a aquellos tumores Epulis del maxilar superior, de localización más bien posterior sobre la tabla interna, cuya tendencia, a vetes, invasora especialmente al paladar duro, y cuya implantación y evolución en especiales organismos, hacen pensar en la posibilidad de conservar las regiones invadidas.

Lacharité dite que las indicaciones de radiumterapia con aparato intrabucal, o radiumpuntura, o mismo la radio-cirurgia, son inferiores en eficacia e la roentgenterapia.

La roentgenterapia tiene para estos tumores a células gigantes particularidades interesantísimas. - l .° - No provocan en ellos la radiovacunación, y en consecuencia la radio sensibilidad del tumor persiste inalterada, aún después de una primera irradiación. 2.° - La regresión de estos tumores es sumamente lenta, y aún tienen la particularidad "paradojal" de poder empeorar en la primera semana, y durar en esta reacción aparentemente inconveniente de 4 a 8 semanas después de terminado el tratamiento. En esta forma la irradiación puede dar un 100 % de curaciones (14 en 14 casos de Lacharité).

No escapa a nosotros sin embargo, que especialmente en enfermas jóvenes, que a las cuales es lógico cuidar especialmente su físico, la repetición de los tratamientos de irradiación por vía externa podría dar lugar, aún en casos excepcionales a telangiectasias y otras modificaciones de la dermis cutánea. Es por este motivo, y además también por lo mencionado anteriormente que recomendamos, por experiencia propia también, evitar nuevas irradiaciones o actos quirúrgicos, antes de estar seguros de que ha terminado totalmente la influencia de la primer irradiación, y que en consecuencia el tumor no ha sido curado.

Son tumores de absorción y de eliminación lenta, que operados aún a los 3 meses después de la irradiación (observación 16) pueden hacer una necrosis localizada en el punto irradiado y, operado.

Perusia y Vanoni dicen: 1.° - Que en los Epulis conectivales, sin especialización giganto celular, el aparato moldeado intra bucal, puede producir curaciones iguales o mejores que la cirugía. Aconseja darles las mismas dosis que a los epiteliomas (1 a 2 M.C.D. por c2). 2.° - Que en los tumores giganto-celulares, esqueléticos, la roentgenterapia es igual o mejor que la cirurgia.

Berven habla del Epulis como de un Sarcoma a células gigantes. Dice que son muy benignos, y que siendo la cirugía sencilla y no mutilante, la actinoterapia se ha usado poco. El, sin embargo, aplica tubos de radium con masa plástica sobre el tumor, con distinto filtro de plomo según el tamaño y la profundidad del tumor. Su fin es determinar una dosis epidermicida para provocar el desprendimiento de la mucosa.

Nuestro concepto actual para el tratamiento.

Aunque nosotros en el estudio de la crasis sanguínea no hemos encontrado corrientemente alteraciones como lo describe Normand, estamos convencidos que el factor general existe, que hay que buscarlo, y que es de capital importancia en la aparición, en la evolución y en la terapeútica. De manera, pués, que para nosotros la primera indicación a hacer es el estudio total del organismo, siendo muy favorable la indicación de estimulantes, vitaminas, productos opoterápicos de hígado, de ovario o de paratiroides, coagulantes, etc. etc. Cuando el Epulis está en su primer período en las formas granulomatosas puramente inflamatorias irritativas, pequeñas y recientes, con un factor local poco nítido, no es raro ver disminuir y desaparecer estas pequeñas hiperplasias. Cuando el tumor ya ha tomado su independencia, que ya se ha organizado en un verdadero tumor, él no podrá retroceder por ningún tratamiento conservador, salvo en el caso de errores de diagnóstico, como por ejemplo la observación 5, en que su Epulis curó con inyecciones de bismuto, por tratarse de una lesión sifilítica.

Una vez bien solucionado el estudio general y demostrado por su tamaño y por su aspecto como un verdadero tumor hiperplásico, que debe ser extirpado nuestra conducta es: 1.° - Estudio odontológico y radiografía regional. 2.° - Edad y sexo, lugar, forma de implantación y aspecto histológico y 3.° - Tiempo y rapidez de evolución; forma de progreso.

Estudio del odontólogo. - Radiografía regional.

El Odontólogo debe informarnos sobre el estado de los dientes vecinos. Especialmente interesa saber si los dientes son vivos o muertos, si estan empujados y separados entre si y en que forma, si esta separación provoca o no la mortificación de los tejidos dentarios, y finalmente si hay movilización y tendencia a la expulsión del diente.

Los signos de la articulación alveolo dentaria, los únicos que pueden hacer sufrir al enfermo, indicarán 1.°: que el nacimiento del Epulis está en el fondo del alveolo, y que en consecuencia no se podrá hacer un tratamiento radical sin la extirpación del diente. 2.°: que el diente tarde o temprano sufrirá su mortificación, posiblemente se eliminará solo y que en consecuencia su conservación es un peligro inútil para la posibilidad de la recidiva.

Si el diente careado está muerto a las reacciones eléctricas, también es un factor que entusiasma poco a su conservación, y como es indiscutible que la curación del tumor es más fácil, rápida y segura con su extirpación, creemoslo un factor de indicación para no ser conservadores. Debemos aclarar que no queremos con esto achacar al diente la responsabilidad formadora del tumor, puesto que su extirpación sola, excepcionalmente cura el tumor hiperplásico, pero como es un órgano inútil y perjudicial, por empeorar el factor irritativo gingivo-perióstico local no hay necesidad de mantenerlo. Sólo hacemos una excepción en estos casos, al factor individual, especialmente en las mujeres jóvenes con localizaciones demasiado visibles, que quieran conservar su diente aún sabiendo en el error terapeútico a que nos llevan.

La separación de algunos dientes que llegara a perjudicar los vecinos, también podría ser una indicación a extirparlos. La misma indicación se podría hacer, frente a una consideración de orden odontológico, sobre la inutilidad de conservar aparatos dentarios, depósitos gigantes peri-dentarios que a veces son verdaderos tumores, y que especialmente en personas ya de más edad, y en dientes ya más posteriores ya no hay ventaja en conservarlos.

La radiografía regional, debe ser siempre indicada. Servirá en primer lugar para eliminar en forma absoluta los procesos tumorales del cuerpo óseo del maxilar, luego, para descubrir la invasión ósea de un tumor de encía que pudo ser interpretado como un Epulis, también para descubrir procesos óseos de rarefacciónen los desdentados y en los viejos, que no deberán confundirse con otros procesos inflamatorios del hueso, y especialmente con lo que nosotros llamamos la "alveolízación del alveolo" de algunos Epulis, típica imágen más visible en las formas giganto celulares pero también en otros formas por ejemplo fibrosas como en la observación 4. No es de descartar tampoco los detalles que enseña esta radiografía, sobre el estado de los ápices vecinos, sobre la conformación de las raices dentarias, sobre la posibilidad de inclusiones dentarias etc. que nos pudieran facilitar el descubrimiento de otros tumores de origen dentario.

En resumen: El Epulis que nace del fondo del alveolo, es el único que aún con diente sano y sin ninguna otra modificación vecina necesita la extirpación precoz del diente. Aunque excepcionalmente se ha descripto la curación del tumor por esta sola indicación. No es de oconsejar esta última conducta.

La posición anterior de Epulis pequeño, en mujeres jóvenes obliga al máximum de precauciones conservaporas. Inversamente las alteraciones profundas de los clientes, la posición posterior del tumor y la edad más avanzada, indican especialmente en los tumores más amplios la radical extirpación del diente, del tumor y del reborde alveolar.

Cuando la radiografía demuestra la influencia de "alveolización" vecina, signo para nosotros de que los tejidos perióseos tienen relaciones evidentes con la hiperplasia, nos indican la eliminación más o menos amplia del reborde alveolar, aunque, si es posible, conservar los dientes que lógicamente no tienen manifestaciones para su extirpación.

Edad y sexo, lugar, forma de implantación y aspecto histológico.

La edad y el sexo ya la hemos menciona lo más arriba. Los Epulis francamente tumorales fibrosos de la parte anterior de los maxilares, localizados sobre su cara externa, poco extendidos, más bien pediculados delante de los dientes, de implantación superficial en la margen alveolar, son los que indican un procedimiento más conservador. Es frecuente que su extirpación y raspaje de implantación, sea suficiente para curarlos, si luego se mantienen los preceptos de indicaciones locales y generales que ya hemos mencionado. Es un caso claro de conservación de dientes.

Las formas tumorales muy vascularizadas, sesiles, amplias en su implantación, angiomatosas o giganto celulares, algunas veces localizadas en la parte posterior del maxilar superior, necesitan una más amplia extirpación, no siendo excepcional que el ser demasiado conservadores provoque recidivas y aún molestias post operatorias hemorrágicas sino se extirpa lejos del punto de implantación. En general la resección del reborde alveolar es necesaria, siendo en cambio frecuentemente inútil extirpar los dientes.

Tiempo y rapidez de evolución; forma de progreso.

Como en todos los casos de clínica general la rapidez de evolución, y la forma de progreso ampliando su base son elementos indiscutibles de indicaciones más radicales. No es necesario insistir en la duda que en estos casos se nos plantea aún después del estudio histológico, sobre la posibilidad de una degeneración maligna, y en esos casos el ser ampliamente radical, y el ser cuidadoso en la perfección del estudio histológico, son condiciones ineludibles.

Extirpación quirúrgica.

La extirpación de los dientes, cuando está indicada, creemos que debe hacerse, aunque en el mismo tiempo operatorio, independientemente y antes, que la extirpación del tumor. Este conseio, fruto de nuestra experiencia, facilita la extirpación total del tumor, y nos permite también ver mejor la zona de implantación. Cuando se trabaja en una región sin dientes, caso el más fácil, la extirpaciónse hará con bisturí elétrico y luego raspaje o débil electrocoagulación de la zona de implantación. En estos casos el escoplo, no es tan hábil para la conservación de tejidos.

La extirpación con escoplo amplia, o con pinza gubia la indicaremos en los casos en que la mutilación es necesaria.

La electrocoagulación usada para extirparciones radicales, tal como la hicimos en los casos 6 y 8, con esplendido resultado de curación y de conservación de los dientes, tiene el inconveniente que la necrosis ósea curativa, dura a veces 40 días para eliminasse, y si bien no trae mayores inconvenientes no es un método que favorezca al enfermo. En estos casos que mencionamos cometimos el error de extirpar el tumor con la electrocoagulación, electrocoagulando al mismo tiempo su implantación, y en estos casos, con los inconvenientes de sangre, etc. no se puede medir exactamente hasta donde llega la acción elétrica. Es por eso que Guando queremos extirpar mucho reborde preferimos el escoplo o la pinza, y que en cambio Guando queremos ser conservadores preferimos l.° extirpar el tumor con bisturi eléctrico para biopsia y 2.° electrocoagular superficialmente su implantación. En esta forma tenemos menos hemorragia que con el curetaje, salvaremos de no mortificar la vida de los dientes vecinos y evitaremos de no influir demasiado profundamente sobre el hueso vecino. En los casos de procesos óseos y peri dentarios de vecindad la pinza gubia extirpará todo lo necesario. Las irradiaciones tendrán sus indicaciones en casos ya mencionados. Es de aconsejar no ser precoces en actos quirúrgicos después de ellas.

OBSERVACIONES

I) - M. A. de C., Enero 1925. Señora de 40 años.

Evolución de 1 mes. Localizado entre los dos incisivos inferiores izquierdo. Sangra facilmente, muy blando. En su crecimiento ha separado de vario: milímetros los dientes entre los que está enclavado.

II) - E. M. de G., Abril de 1929. Señora de 51 años.

Casi desdentada. RW. - Proliferación de la encía incisiva superior derecha con 8 meses de evolución (no hay dientes vecinos).

Histologicamente: SARCOMA A MIELOPLAXOS. Radiografía regional: Al nivel del tumor hay enrarecimiento no osteitivo. A1 nivel del único diente hay reabsorción del alveolo.

III) - A. A., Julio 1929. Srta. de 22 años.

Encima del incisivo. lateral superior derecho, hay una proliferación del tamaño de un garbanzo. Está rodeada de sus dientes correspondientes, enfermos. (ver radiografía).

Radiografía regional: El incisivo correspondiente, tiene un absceso apical. El primer premolar cercano un granuloma. Se extrae el "epulis". Se reproduce 6 meses después. Histología de la segunda pieza operatoria radicalmente extraida: RARA VARIEDAD DE EPULIS XANTELASMICO.

IV) - G. G., Agosto 1929. Srta. de 20 años.

Evolución de 6 meses. Proliferación de la encía al nivel de la cara externa de los incisivos lateral y canino inferiores derechos. No sangra, no duele y no moviliza los clientes vecinos,que están sanos. U raspaje del odontólogo, con recidiva rápida.

Histologicamente: EPULIS FIBROSO con esbozo de revestimiento epitelial. Lesiones inflamatorias. Radiografía regional: Sin alteraciones dentarias ni alveolares. Exageración del tejido alveolar, junto a la implantación del tumor, recordando la forma de implantación de los epulis. Electrocoagulacián de la implantación, extirpando el Epulis. Eliminación del secuestro alveolar en 40 días, conservación de dientes. Cura actual.

V) - M. M., Agosto de 1930. Mujer de 47 años.

Hepática. Familia de bacilares. Perseguida por sus caries dentarias y extirpaciones. El primer sintoma anotado por la enferma es la separación de los clientes, que luego, desde hace 3 meses, demuestran una proliferación entre el incisivo lateral inferior izquierdo y canino. Garbanzo rojo, blando que sangra al tocarlo. La separación dentaria llegó a llevar el incisivo central izquierdo al lugar del homónimo derecho.

No acepta el tratamiento intervencionista. Se cura con inyecciones de bismuto.

VI) - J. L., Diciembre de 1930. Hombre de 50 años.

Al nivel de la raiz del canino superior. Radiografía regional: Los organos dentarios de los 3 dientes extirpados parecen interezados.

Extirpación del canino y de los 2 dientes vecinos, junto con el tumor y el reborde alveolar. Histológicamente: Tejido conjuntivo adulto. Granulación muy vascular revestida por epitelio poliesratificado. Muy inflamatorio.

VII) - L. D. B., Diciembre de 1930. Hombre de 29 años.

Antecedentes bacilares. Mal de Pott curado. Evoluciona desde hace algunos meses, al nivel del primer premolar inferior derecho, un tumor sesil, muy rojo y que sangra facilmente al tocarlo.

I. - Su extirpación con los premolares no evita la rápida recidiva.

Histología: TUMOR TIPICO A MIELOPLAXOS. Radiografia: Rarefacción osea alveolar.

II. - Se extirpa totalmente con el hueso vecino. Hemorragia. Cura.

VIII) - M. S. de P., Febrero de 1931. Sra. de 32 años.

Evolución de año y medio. Nunca caries dentarias. Espléndida higiene alveolo dentaria sin depósitos irritantes. Tumorcito sobre la cara interna del maxilar inferior derecho, al nivel del reborde del canino y primer premolar. Vegetante, adherente, y amplia gruesa base de implantación. Histología: ANGIO-FIBROMA. La electrocoagulación del reborde alveolar al extirpar el tumor provoca un secuestro que se elimina en 40 días. CONSERVCION DE DIENTES.

IX) - L. L. de F., Diciembre de 1931. Sra. de 27 años.

Tumorcito pequeño y muy lento localizado sobre la cara externa del segundo premolar y primer molar inferior derecho.

Histología: FIBRO-GRANULOMA. Se cura con electrocoagulaciones sin extirpar dientes, ni reborde.

En 1933. - Granuloma por detrás del último molar superior izquierdo con doble obturación.

X) - M. M. de L., Febrero de 1932. Sra. de 22 años.

Hace 5 meses le extraen el segundo molar superior derecho, quedando incluida la raiz. A su nivel se desarrolla el tumor del tamaño de un garbanzo rojo, muy adherido a la cara externa del maxilar. No hay embarazo. Sufre de HEMORROIDES.

Histología: GRANULOMA INFECTADO. Se extirpa junto con ambas caras del maxilar y la raiz.

XI) - M. A. R. de G., Octubre de 1935. Sra. de 26 años.

Antecedentes de hemorragias bucales desde hace años, con tiempos de coagulación y de sangria normales. Aparición del tumor durante el embarazo. La vemos en el 7 mes (ler. hijo). Localizado entre los últimos molares superiores derechos, en ambas vertientes del reborde.

Histología: EPULIS ANGIOMATOSO. Se extirpa: Electrocoagulación superficial del tumor salvando los dientes.

XII) - C. R. de T., Agosto de 1935. Sra. de 53 años.

Proliferación localizada sobre la cara externa del canino inferior izquierdo. Radiografía regional: rarefacción ósea apical y interradicular del canino y del ápice del premolar vecino.

Histología: SARCOMA A MIELOPLÃXOS. R. W. ovina etc. Extirpación con reborde y dientes vecinos.

XIII) - E. R., Julio de 1938. Hombre de 62 años.

Se trata de un adulto desdentado. Es un tumorcito sumamente rojo vinoso, localizado sobre el borde externo del reborde del Maxilar Superior. Derecho. Su tamaño es el de una almendra. Radiografía regional: Reabsorción ósea.

Electrocoagulación.

XIV) - M. C. de D., Octubre de 1938. Mujer de 29 años.

Se trata de una señora desdentada desde hace 8 meses. Dice que notó el traumatismo de su dentadura nueva. Desde hace 6 meses siente ulceración y luego el tumor. Es un tumorcito pequeño y duro sobre la cara externa del canino superior derecho. Radiografía regional: Negativa. Llama la atención en la operación la fragilidad ósea. Gl. R. 8060000 GI. B. 17400. Hemogl. 87% Pol. 80% Eos. O T. C. 4' T. E. 3' Albúmina en orina.

En 1940 Engrosamiento del reborde alveolar sobre la región incisiva, con Rarefacción radiográfica de la región y con biopsia.

Histología: 1/1938. FIBRO-GRANULOMA Y MIELOPLAXOS. II/1940. -

HIPERPLASIA FIBRO EPITELIAL PAPILOMATOSA IRRITATIVA. 1938. - Extirpación con reborde externo.

1940. - Biopsia.

XV) - N. M., Abril de 1939. Hombre de 53 años.

Caso especial de Gingivitis Tartárica. Su tumorcito evoluciona desde hace 1 año, como, una vegetación de 1 cc. muy roja, localizada en la cara externa del Incisivo central Superior Derecho. Radiografía regional: Negativa.

Histología: TUMOR INFLAMATORIO.

HIPERTROFIA MUCOSA REACCIONES FIBROSA Y LINFOCITARIA. Extirpación total con cliente y reborde.

XVI) - M. F., Setiembre de 1939. Hombre de 31 años.

Antecedentes importantes de repetidas agudizaciones y permanentes irritaciones gingivales supuradas y sanguinolentas.

Hace 6 meses que notó su tumor. Hace 2 meses que le hicieron su estudio histológico: TUMOR A MIELOPLAXOS MUY INFLAMATORIO Y ULCERADO. Localizado sobre la cara interna de los dos premolares superiores derechos, el tumor existe sesil, violáceo extendido hacia el paladar ósea. GI. R. 5200000. Sin otras modificaciones de sus carácteres sanguíneos. 4 % Eosinof. R. W. Orina bien.

Se le hace un Aparato de Protesis Curieterapia, obteniendo una intensa Epitelitis que dura cerca de 2 meses sin curar la lesión. A los 3 meses pesiste su lesión y se hace una Extirpación Radical de 3 dientes, rebordes y tumor, curando la lesión pero provocando una necrosis ósea con perforación y comunicación buco sinusal.

XVII) - R. I., Febrero de 1940. Srta. de 63 años.

Antecedentes de un aparato de protesis dentaria incisivo derecho. Piorrea cercana. Tumor sesil rosado en la cara externa del incisivo y lateral izquierdo inferiores. Gl. R. 5010000. Gl. 6100. 4 % Eosinof. T. C. 4' T. S. 1'30" etc.

Radiografía regional. Aspecto de órganos dentarios vivos. C. restos alveolares reabsorbidas. El tumor no parece tener relaciones óseas ni dentarias. Extirpación total del tumor con todos los clientes cercanos y el reborde externo. El hueso se deshace con el escoplo y en cambio los dientes están francamente sanos. La biopsia: Anterior a la intervención hacía sospechar una degeneración maligna. La pieza operatoria: FIBROJGRANULOMA.

XVIII) - A. R., Abril de 1940. Srta. de 20 años.

Evolución de 1año. Proliferación rosada sobre la cara externa de canino y del incisivo lateral superiores a izquierda. Aspecto de una granulación muy roja y sanguinolenta.

Gl. R. 4700000. Gl. B. 7400. Tc. Ts. RC. etc. normales. Orina normal.

Radiografía negativa. Extirpación radical con clientes y rebordes sanos.

Hemorragia post operatoria prolongada.

ANGIO FIBROMA histologico.

XIX) - R. M. de M., Julio de 1940. Señora de 31 años.

Ha tenido 4 hijos. En el 7 mes del embarazo, del quinto, que ahora tiene 10 meses, aparece su tumor. El tumor no retrocede con el parto. El tumor data de ano y medio. Gingivitis. Localizado en la cara interna de los incisivos y canino inferiores izquierdos, se desarrola hacia el piso de la boca. Es sesil y rosado. No es mayormente sanguinolento. Le hicimos 3 Biopsias en espera de su decisión operatoria.

Radiografía: Negativa. En el exámen de su sangre recalcamos: T. S. de 9'. Lo demás bien. R. W. etc. -Orina normal.

Extirpación radical. - Hueso muy duro y dientes sanos. No hemorragia. Preparación pre operatoria.

I. - PROCESO INFLAMATORIO SOBRE AGREGADO A LA LESION TUMORAL FIBRO EPITELIAL. Puede ocultar un proceso maligno.

II. - 4 meses después: HIPERTROFIA MUCOSA ECTASIA ANGIOMATOSA. INFILTRACION LINFOCITARIA.

III. - Pieza operatoria: EVOLUCION FIBROSA INFLAMATORIA CONJUNTIVO VASCULAR.




(*) Jefe del Servicio del Hospital Pedro Visca. Otorrinolaringólogo del Inst. de Radiología. - Montevideo -
Indexações: MEDLINE, Exerpta Medica, Lilacs (Index Medicus Latinoamericano), SciELO (Scientific Electronic Library Online)
Classificação CAPES: Qualis Nacional A, Qualis Internacional C


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